Cuando fui por primera vez a un curso de Cuentoterapia, me esperaba totalmente otra cosa, pensaba que iba a ser contar cuentos y luego cada uno a su casa. Pero nada que ver. En muy pocos sitios ocurre como en este, se descubre tanta compenetración entre todas las personas que estamos allí, se crea un espacio en la que todas aportan un grano de experiencia y hace que se creen lazos fuertes entre todas. ¡Una experiencia increíble que me gustaría seguir viviendo!

Alba Cativiela – Zaragoza – España

Estoy cursando la formación de cuentoterapia.
Llevo hechos ya 6 cursos. He tenido como formadores al MAESTRO, es decir a Lorenzo Hernández en varias ocasiones, a las maravillosas Anabel García y Carmen González en repetidas formaciones y, puntualmente, a María Valgo y Juan Antonio Valverde y la última la hice con Mar Antón.
Hace algún tiempo, tras realizar el Máster en PNL y un curso de Narrativa Terapéutica, descubrí el gran valor, fuerza y potencial de la palabra y las historias. Me supo a poco. Indagué y descubrí la CUENTOTERAPIA. Por supuesto lo probé y, cómo no, me he vuelto una adicta a ella.
En un principio pensé, por el nombre, que el tema central eran los cuentos. Pronto descubrí que el tema central era la VIDA. El descubrir, a nivel simbólico, lo que un cuento esconde, me pareció alquimia pura. Y el cómo utilizar esos contenidos maravillosos para tratar diferentes momentos, fases, situaciones que nos trae la vida me pareció un bálsamo tan suave de aplicar, por una parte, como contundente y rotundo por su efectividad, por otra.
Tendemos a asociar cuento con niño. Efectivamente, los cuentos son imprescindibles para los niños. Pero los adultos no hemos perdido al niño que fuimos. Por ello, los cuentos no tienen edad. Te tocan el alma tengas 4 o 40. Y eso, en la formación de Cuentoterapia lo sabemos bien cuando se desbordan las emociones y cuando descubrimos rincones de nuestra alma que estaban tan escondidos que no se dejaban ver.
Ha sido un fantástico regalo haber encontrado esta formación, a estos maestros maravillosos y a este grupo genial de compañer@s que nos juntamos en cada curso con tanta ilusión y alegría. Cada formación es un viaje que sabes cómo empieza, pero no sabes por qué parajes te llevará.

Pilar de los Hielos – Reus – Tarragona – España

Desde niña los cuentos han sido mi pasión. Me gustaba escucharlos y ansiaba tanto poder leerlos que me motivó a aprender a leer muy pronto.
Enseguida comencé a escribirlos y siempre he inventado un cuento o un poema cuando quería transmitir algo que no sabía cómo explicar.
Al comenzar a trabajar como terapeuta, utilizaba cuentos y otras lecturas para ayudarme en mis talleres y un día oí hablar de la Cuentoterapia. Se pusieron en alerta todos mis sentidos y mi reacción fue: «¿Eso existe?» Sin preguntar nada más me inscribí en una formación que ya había comenzado y desde el primer momento supe que ése iba a ser mi camino.
Hoy soy parte del equipo de formadores en Cuentoterapia y utilizo los cuentos tanto en terapia individual como en trabajos grupales, y en colectivos tan diversos como profesores, mayores de sesenta, empresas, talleres para niños y padres, etc.
Y en este momento, estoy a punto de publicar mi primer cuento ilustrado.

Ana Isabel García Capapey – Zaragoza – España

Actualmente estoy recibiendo la formación de «Cuentoterapia».
Es una experiencia absolutamente recomendable.
Hasta ahora lo estoy aplicando a mi vida personal. Me ayuda a superar bloqueos y adquirir compromisos que me ayudan a avanzar y a crecer como persona.
He realizado cuatro talleres y tengo la intención de completar la formación, para en un futuro poder impartirla en la zona norte de España.
– Taller de Iniciación a la cuentoterapia. Asertividad, impartido por Anabel García Capapey y Carmen González
– Taller sobre los celos, la envidia y la rivalidad en tre hermanos impartido por Juan Antonio Valverde.
– Taller sobre la Fuente interrna y el instinto a través de los cuentos impartido por Mar Antón
– Taller sobre sobre los miedos en niños y adultos, impartido por Anabel García Capapey y Carmen González

Maria del Mar López Guerra – Santander – España

He realizado los talleres de la formación en cuentoterapia, de momento cuatro de ellos, el taller de los celos, el del instinto, el de los miedos y ha sido una alegría esperarlos cada mes y un disfrute que me ha llenado de energía y satisfacción. Salgo tan reforzada de cada uno de ellos que enfoco el resto de mis días mas felices y con mayor optimismo. Me encanta. Navego entre libros en la biblioteca buscando los cuentos que hemos leído, intentando localizar alguno que forme parte de la bibliografía que nos han dado tanto Carmen como Anabel. Busco como aplicarlo y atiborro a cuentos a mis hijos que ya son mayorcitos y huyen de mi, a mis amigas en el desayuno en el trabajo, que no les dejo hablar de sus problemas que ya me saturan, a mis sobrinas, y tengo previsto utilizarlo en mi trabajo con personas minusválidas y deficientes visuales. El otro día tenía unos pequeños a los que tenía que explicarles cómo funcionaba la biblioteca y después de soltarles el royo les propuse leerles un cuento de los que habíamos leído en el último taller.

Vito Cano – Zaragoza – España

Llegué a la Cuentoterapia a través de una amiga, desde entonces los cuentos me acompañan, me consuelan, me enseñan y me explican cual es el camino para entender lo que es la vida y como llegar a mi misma… A través de los talleres de la formación en Cuentoterapia los cuentos hacen su labor de forma sutil y profunda, provocando cambios en nuestro interior, nos hacen más consciente de nosotros mismos y de nuestro entorno, nos hace más receptivos, tolerantes, aprendemos a escucharnos y a escuchar, reconocemos nuestras luces y sombras… Cada cuento es una carga de profundidad, y aunque en un principio no notamos sus efectos, ya se están produciendo.Yo recomiendo totalmente la formación en Cuentoterapia, es al mismo tiempo un trabajo interno y externo. A mí me ha ayudado muchísimo, me ha puesto frente a lo que yo como persona tenía que trabajar y después (yo trabajo en un hospital) me ha servido para vehicular situaciones difíciles o complejas. También a veces cuando me reúno con amigos me gusta llevarme cuentos, es una forma de transmitir valores de los que estamos muy faltos. Y regalar un cuento es llegarle a alguien al corazón.
Yo acabé la formación en el 2013, recuerdo los talleres con mucho cariño, por el taller en sí, por los compañeros y por docentes. Son talleres dinámicos en los que nos encontramos la parte teórica y la parte practica por igual. Son talleres intensos, hechos con cariño y entrega por parte de los llevan el taller con lo que se va creando una atmosfera de intimidad y magia que, en mi caso, hacía que el tiempo se parase… ¡Vaya! una maravilla…
No dejéis pasar la oportunidad de formaros en Cuentoterapia, todo un mundo se abrirá ante vuestros ojos.

Alicia Promio – Barcelona – España

Yo empecé la formación en cuentoterapia (en Zaragoza) porque casualmente fui a una charla que daba Anabel García Capapey y me sorprendió que se pudiera tratar problemas desde los cuentos (que yo siempre he valorado mucho) y por eso me animé a comenzar la formación. Ahora me veo a mí misma tratando cualquier situación desde los cuentos.

Maite Robles – Zaragoza – España

Llegué a la Cuentoterapia a través de una amiga, desde entonces los cuentos me acompañan, me consuelan, me enseñan y me explican cual es el camino para entender lo que es la vida y como llegar a mi misma… A través de los talleres de la formación en Cuentoterapia los cuentos hacen su labor de forma sutil y profunda, provocando cambios en nuestro interior, nos hacen más consciente de nosotros mismos y de nuestro entorno, nos hace más receptivos, tolerantes, aprendemos a escucharnos y a escuchar, reconocemos nuestras luces y sombras… Cada cuento es una carga de profundidad, y aunque en un principio no notamos sus efectos, ya se están produciendo. Yo recomiendo totalmente la formación en Cuentoterapia, es al mismo tiempo un trabajo interno y externo. A mí me ha ayudado muchísimo, me ha puesto frente a lo que yo como persona tenía que trabajar y después (yo trabajo en un hospital) me ha servido para vehicular situaciones difíciles o complejas. También a veces cuando me reúno con amigos me gusta llevarme cuentos, es una forma de transmitir valores de los que estamos muy faltos. Y regalar un cuento es llegarle a alguien al corazón.

Yo acabé la formación en el 2013, recuerdo los talleres con mucho cariño, por el taller en sí, por los compañeros y por docentes. Son talleres dinámicos en los que nos encontramos la parte teórica y la parte practica por igual. Son talleres intensos, hechos con cariño y entrega por parte de los llevan el taller con lo que se va creando una atmosfera de intimidad y magia que, en mi caso, hacía que el tiempo se parase… ¡Vaya! una maravilla… No dejéis pasar la oportunidad de formaros en Cuentoterapia, todo un mundo se abrirá ante vuestros ojos. Alicia Promio – Barcelona – España

Silvia – Zaragoza – España