Cuando fui por primera vez a un curso de Cuentoterapia, me esperaba totalmente otra cosa, pensaba que iba a ser contar cuentos y luego cada uno a su casa. Pero nada que ver. En muy pocos sitios ocurre como en este, se descubre tanta compenetración entre todas las personas que estamos allí, se crea un espacio en la que todas aportan un grano de experiencia y hace que se creen lazos fuertes entre todas. ¡Una experiencia increíble que me gustaría seguir viviendo!