Artículo publicado en la Revista de Cuentoterapia del año 2017: Revista de Divulgación creada por Cuentoterapeutas.

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VIAJE A LAS ENTRAÑAS DE LOS CUENTOS MARAVILLOSOS.

Vivencias del proceso de análisis simbólico o el carácter psicotrópico de los cuentos.

Por: María Carmen González Hernández

Uno de los principales contenidos que tiene la Formación en Cuentoterapia es el análisis simbólico de los Cuentos de Hadas o Maravillosos. Para las personas que no están familiarizadas con estos conceptos como los de cuento maravilloso, símbolos, arquetipos… voy a dar unas pinceladas que los enmarquen.

Primero que nada, hay que decir que no todos los cuentos responden a la categoría de Cuentos de Hadas o Cuentos Maravillosos. Para serlo han de cumplir una serie de características, entre las que destaco:

  1. Contienen uno o varios elementos mágicos que le da el carácter de maravilloso. Un elemento mágico es por ejemplo una varita mágica, o una flor con el poder de curar, etc.
  2. Siguen una determinada estructura gramatical. Ésta fue definida por el antropólogo y lingüista ruso Vladímir Propp en su obra Morfología del cuento (1928), y se refiere a una secuencia de 31 acciones. No todas aparecen en el cuento, pero sí lo hacen en el mismo orden. Por ejemplo: el personaje principal se aleja de casa, hay una prohibición, la transgrede, etc.
  3. Los personajes del cuento son arquetipos, ya que tienen una serie de características que todos reconocemos y que forman parte del inconsciente colectivo.
  4. Siempre acaban bien. El mal o personaje malvado recibe su castigo. Es lo que llamamos justicia retributiva.

Otro aspecto que es interesante tener claro es el concepto de Símbolo. Nuestra mente precisa de una imagen para hacer una asociación de ideas. Cuando nos hablan de casa, de árbol, de peine o cualquier otra palabra cada persona, a su manera, los puede imaginar y representar en su mente, pero ¿cómo representamos los conceptos abstractos? Para ello nos pusimos de acuerdo (inconsciente colectivo) en asociarlos a una imagen. Eso es lo que conocemos como Símbolo. Actualmente tenemos muy presente cómo representar el amor, el pecado, la paz… pero hay muchos otros que hemos olvidado. Los diccionarios de símbolos nos ayudan a recuperar esos significados.

En la Formación de Cuentoterapia defendemos que los cuentos utilizan el lenguaje de símbolos y metáforas para transmitir mensajes.  Ese es el mismo lenguaje que utiliza nuestro inconsciente y, por ello, sabe interpretarlos. Pero si recuperamos el significado de todos aquellos símbolos que con el devenir del tiempo hemos olvidado, también seremos capaces de captar los mensajes de los cuentos de forma consciente. Esto es lo que hacemos en la Formación con el Análisis Simbólico de los Cuentos Maravillosos, al que le dedicamos una gran parte de tiempo en los talleres. Si has realizado algún taller, sabrás el gran número de símbolos que contiene cada cuento -prácticamente todo sustantivo- y constatado que su análisis requiere una considerable inversión de tiempo. Además, es probable que hayas experimentado la sensación de sorpresa, entusiasmo y fascinación que suscita el descubrimiento de los mensajes que esconde cada cuento.

Los que nos dedicamos a la docencia de esta formación, nos embarcamos en la aventura del análisis de otros cuentos maravillosos. El propósito de este artículo es trasladaros la vivencia que me ha supuesto viajar a las entrañas de los cuentos. Tal vez os apetezca alguna vez experimentarlo…

En mi caso, el proceso de análisis me absorbe de tal manera que no puedo dedicarle pequeñas porciones de tiempo o ratitos, sino que me zambullo totalmente. Una vez inmersa dentro del cuento, ya en otro lugar, en otro tiempo y en otra dimensión, puedo entrar y salir de cada uno de los personajes. A veces, la influencia de algunos es tan poderosa que acabo identificándome en algún aspecto o en muchos. La empatía que establezco es tal que me hace hablar, sentir, ver a través de ellos. Me visto con su piel, camino con sus zapatos, vivo en su historia… igual que hacen los actores con los personajes que preparan y representan o, por poner otro ejemplo, cuando se canaliza la información en una constelación. Yo vivo este proceso como una experiencia trascendental y casi mística, como si el cuento fuera un psicotrópico natural que provoca experiencias extrasensoriales. De ahí, y por si a alguien le había extrañado, el subtítulo de este artículo. Un colocón adictivo con efectos inocuos y permanentes.

Hay cuentos que resuenan más o menos con cada persona. Todos tenemos alguno que nos gusta mucho o de una forma especial. Cuando los escoges –o ellos te escogen a ti- te hablan de una forma concreta y especial. Esto explica la polisemia de los cuentos, los múltiples significados que les podemos dar.

Recientemente me he sumergido en la fascinante historia de  Vasilisa la Bella. La podéis encontrar dentro de la antología de Cuentos Populares Rusos, recogidos por el folklorista Alexandr N. Afanasiev y publicados entre 1855 y 1863. Se trata de un cuento maravilloso con infinidad de significados, de una gran riqueza simbólica y una potencia visual apabullante. Durante días buceé en las entrañas de ese cuento, cautivada por su belleza y abducida por el sobrecogedor personaje de la bruja Yagá. La conexión fue impactante. Me resultó emocionante vivir en esa casa, envuelta en esa atmósfera, viajando en ese mortero y respirando por esa piel. Sentí su poder, su furia, su inteligencia, su desprecio, la fuerza de su energía, su riqueza interior, su versatilidad, su perspicacia, su sexualidad, su soberbia… Incluso sentí sus miedos, su vulnerabilidad, sus carencias, sus aspectos más sensibles, su humanidad…

Meterse dentro de un arquetipo tan poderoso como ese, el de la Bruja (Yagá), me resultó una experiencia conmovedora. Siento que cuando vuelvo a la vida ‘real’ después del viaje a las entrañas de un cuento ya no soy la misma persona de antes. Del mundo mágico-simbólico no puedes traerte nada, sin embargo, creo que se produce una encarnación de su esencia que ya forma parte de mí.

Hace tiempo que pienso que en este estudio de los cuentos estamos viendo únicamente la punta de iceberg y que, bajo la superficie, existen muchas cosas aún por descubrir. Intuyo que las capacidades con las que me he revestido, con todos los personajes por los que he transitado, las utilizaré en mi vida cotidiana, probablemente sin ser consciente de ello. Si la sola escucha de un cuento puede orientarte para poner en orden aspectos de tu vida, imagina qué puede pasar si te sumerges en él y en sus arquetipos. El reto está servido…

 

María Carmen González Hernández

Noviembre de 2017

Imagen de portada; Agradecimientos a Stergo

 

 

 

 

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